Y esas preguntas que me taladran la cabeza,
no hay metáfora que valga para describir.
Me sobran las figuras retóricas cuando,
mientras yo luchaba por comprender qué nos pasaba,
tú urdías un plan,
ella entró en mi casa,
sin miramientos.
"A ella la quiero más que a nadie"
Le decías...
Pero bien que te la follaste.
Cabrón.
No lo puedo comprender,
ni tu actitud,
ni la suya,
ni la mía.
Cabrón.
"Apuesta por lo que más deseas"
Me dices...
Pero bien que te escondiste.
Créeme que esto es lo que menos he deseado y
muy a mi pesar,
es lo único que tengo.
Tierra y más tierra.
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