miércoles, 28 de febrero de 2018

El gozo

Un martini en un bar,
poca luz,
tus palabras se dibujan en la penumbra,
tus ojos perfilan mi pezones invisibles
tras mi camisa de seda.

Sobre una mesa de madera
de esas que cuentan historias,
nuestras manos se acercan
sin tocarse.

Me seduces con tu curiosidad
y no puedes evitar pedirme hacer
eso que tanto me gusta.

El gozo,
recompensa por haber abierto tus ojos.

Tanto tiempo viéndome,
habías olvidado mirarme.

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