Sin pilares, sin confianza, sin un medio en el que nadar,
la deriva deja de ser un estado de búsqueda para ser la estación de destino.
Un destino sin rumbos,
por el que se viaja en una balsa anónima.
Un destino seco y árido,
como el desierto de mi vientre.
Pero tú,
aunque no sepas quién eres...
¿dónde quieres estar?
miércoles, 28 de febrero de 2018
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario