A veces el desahogo llega en la noche,
cuando por fin puedo gritarte todo lo que pienso,
todo lo que siento.
Cuando la energía que a diario uso para poder caminar
se deshace del cuerpo y se vuelve palabra.
Cuando la rabia que me come por dentro explota,
manchándolo todo de tripas y de sangre,
cuando mi corazón reventado marca cada gesto de tu cara.
En sueños te grito,
¡cobarde!
que dormiste conmigo como si nada pasara
¡cabrón!
que me dejaste llorar incomprendida
¡mala persona!
que me mentiste sin piedad mientras yo me hundía en tus mentiras.
Estás equivocado si piensas que eso era quererme,
estás equivocado si piensas que me decías la verdad,
estás equivocado si defiendes un ápice de tu actitud.
Me doy pena,
por haber confiado en ti,
por haberte dado mi amor,
por haber pensado que te conocía.
Una vez más,
no sé con quién he compartido mis sueños...
No sé quién eres,
¿lo sabes tú?
lunes, 26 de febrero de 2018
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario