lunes, 26 de febrero de 2018

Mezquino paliativo

Vuelvo a la posición
desde la que os miraba años atrás.

Me dais una mezcla entre pena y vergüenza ajena.

Pena, la ausencia de valores auténticos.

Vergüenza por no decir asco. De haber tomado el pelo a quien os quería, y haber jugado con el arma de doble filo que es el sexo.

Vuestras palabras ya no valen nada, porque abogasteis por algo que no practicabais. Mentirosos y sucios. 

¿Qué parte del cuerpo duele cuando una persona abre tu corazón 
y tú sabes que tu realidad paralela has sido un cabrón?

Sólo puedo decir, que el martini es mejor compañero que todos vosotros juntos. Y que de nuevo se acabó apostar por los sueños, que una vez más me habéis mandado al hoyo. Malditos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario