En un experimento se metieron cinco monos en una habitación donde también había una palmera, en lo alto de la cual, colgaban unos plátanos. Esta palmera no era real si no que, como parte del experimento, estaba conectada a la corriente para que, al tocar los plátanos, los monos recibieran una pequeña descarga eléctrica.
Así, cuando uno de los monos ascendía por la palmera para acceder a los plátanos, se electrocutaba, bajando alarmado y alertando a los demás monos. Al cabo de un tiempo, los monos asimilaron la conexión entre los plátanos y el calambre, de modo que cuando uno de ellos se aventuraba a ascender un busca de un plátano, el resto de monos se lo impedían con violencia. Al final, e incluso ante la tentación del alimento, ningún mono se atrevía a trepar la palmera.
En ese momento, los experimentadores extrajeron uno de los cinco monos iniciales e introdujeron uno nuevo en la habitación.
El mono nuevo, naturalmente, trepó por la palmera en busca de los plátanos. En cuanto los demás observaron sus intenciones, se abalanzaron sobre él y lo bajaron a golpes antes de que el nuevo mono, hubiera recibido la descarga. Después de repetirse la experiencia varias veces, al final el nuevo mono comprendió que era mejor para su integridad renunciar a los plátanos.
Los experimentadores sustituyeron otra vez a uno de los monos del grupo inicial que sí había recibido el calabrazo, por un mono que no. El primer mono sustituido participó con especial interés en las palizas al nuevo mono trepador.
Posteriormente se repitió el proceso con el tercer, cuarto y quinto mono, hasta que llegó un momento en que todos los monos del experimento inicial habían sido sustituidos.
En ese momento, los experimentadores se encontraron con algo sorprendente. Ninguno de los monos que había en la habitación había recibido la descarga eléctrica, sin embargo, ninguno se atrevía a trepar para hacerse con los plátanos.
Si hubieran podido preguntar a los primates por qué no subían para alcanzar el alimento, probablemente la respuesta hubiera sido “No lo sé. Esto siempre ha sido así”.
martes, 31 de marzo de 2015
miércoles, 25 de marzo de 2015
Las tres cosas que aprendí cuando se estrellaba mi avión
1 - Todo puede cambiar en un instante. Pensó en todo lo que pudo hacer y no hizo. Desde ese momento aprendió que no hay que aplazar nada. "Cada minuto de la vida a que disfrutarlo porque cada minuto puede ser el último".
2 - La cantidad de tiempo que había perdido por su ego. Desde aquel momento no ha vuelto a discutir con su mujer. "Entre tener razón y ser feliz, elijo ser feliz".
3 - Morir no da miedo, es cómo si toda la vida estuviésemos preparándonos para ello pero te sientes muy triste porque amas la vida
Todos estamos volando y no sabemos si nuestro avión se va a estrellar o no.
Todos estamos volando y no sabemos si nuestro avión se va a estrellar o no.
domingo, 22 de marzo de 2015
OSelLing
Hacer retiro es el mejor método para transformar tu mente.
Con la transformación, llega la solución a los problemas; cuerpo, habla y mente deben enfocar un mismo objeto. La mayor parte del tiempo, la mente esta fragmentada, agitada, y no podemos hacer ninguna actividad mundana sin descender de un estado de concentración superior.
Durante el retiro, debes aprender a unificar ambos aspectos (el mundano y el trascendental ). Nuestras mentes están perturbadas y fuera de control, por ello, necesitamos tratarlas con firmeza.
En la mente de una persona, no se puede llevar a cabo un cambio fundamental mediante electro-shocks, adoctrinamiento o institucionalización. El cambio debe ser voluntario, de un modo suave y sabio.
No puedes cambiar tu mente como cambias el color de tu ropa. Disciplínate, pero hazlo con sabiduría.
Para tener las máximas posibilidades de éxito es importante reducir las distracciones al mínimo y crear una atmósfera inspiradora que se acople a tus necesidades.
El lugar de meditación debe ser cómodo, estar limpio y ordenado. Evita cuanto puedas hablar con gente, las noticias que traen y sus vibraciones pueden perturbar tu concentración. Si te sientes tenso y necesitas hablar para relajarte, la conversación debería ser sobre Dharma.
Otra de las cosas importantes para asegurarte un buen retiro, es mantenerte sano. Si no comes adecuadamente, hay peligro de que tu sistema nervioso y la energía del viento de tu cuerpo se desequilibre. Tales desequilibrios se manifiestan, como crisis nerviosas y dolores físicos, especialmente en la zona del corazón.
Se amable contigo.
Cuando hagas una buena sesión mímate y regocíjate.
Con la transformación, llega la solución a los problemas; cuerpo, habla y mente deben enfocar un mismo objeto. La mayor parte del tiempo, la mente esta fragmentada, agitada, y no podemos hacer ninguna actividad mundana sin descender de un estado de concentración superior.
Durante el retiro, debes aprender a unificar ambos aspectos (el mundano y el trascendental ). Nuestras mentes están perturbadas y fuera de control, por ello, necesitamos tratarlas con firmeza.
En la mente de una persona, no se puede llevar a cabo un cambio fundamental mediante electro-shocks, adoctrinamiento o institucionalización. El cambio debe ser voluntario, de un modo suave y sabio.
No puedes cambiar tu mente como cambias el color de tu ropa. Disciplínate, pero hazlo con sabiduría.
Para tener las máximas posibilidades de éxito es importante reducir las distracciones al mínimo y crear una atmósfera inspiradora que se acople a tus necesidades.
El lugar de meditación debe ser cómodo, estar limpio y ordenado. Evita cuanto puedas hablar con gente, las noticias que traen y sus vibraciones pueden perturbar tu concentración. Si te sientes tenso y necesitas hablar para relajarte, la conversación debería ser sobre Dharma.
Otra de las cosas importantes para asegurarte un buen retiro, es mantenerte sano. Si no comes adecuadamente, hay peligro de que tu sistema nervioso y la energía del viento de tu cuerpo se desequilibre. Tales desequilibrios se manifiestan, como crisis nerviosas y dolores físicos, especialmente en la zona del corazón.
Se amable contigo.
Cuando hagas una buena sesión mímate y regocíjate.
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