miércoles, 13 de enero de 2016

Flor de invierno

Esta mañana no me podía levantar.

Una vez más, soñé contigo. No había coches, ni pianos, sólo una laberíntica vivienda. Suelo de terracota y paredes de cal. Cortinas blancas y olor a jazmín bailando elegante por la casa.

Estábamos de vacaciones y sabíamos que compartíamos tiempo pero no lugar. Miradas furtivas decoradas con sonrisas surcaban el aire pese a no haber nadie entre nosotros.

Bajo a la bodega, mobiliario de madera, patio de cristal, escaleras a tu alcoba. 

Y como un eco, tus palabras:
"Durmiendo me encontrarás"


Hojalata

No soy yo,
eres tú.

Pero no lo quieres ver,
qué dolor!

Esos discursos oxidados,
llenos de frases hechas 
con sabor a comida precocinada,
sin artífice.

Cansa,
cansa tanto que me invade la 
fatiga 
al recordar tu gesto torcido
dejando caer, pesadas, tus palabras de hojalata.