me vi marchar
marchitar.
Pétrea tu mirada
se hizo esperar
como el mar.
Ya no entrecierro los ojos
no hay un silencio que nos separe
ni una cuerda que nos una.
Ya no hay sabor a fruta fresca,
ya no hay flores
ni peces.
No hay lápices en el aire
ni castillos en la arena,
no hay sombras entre sábanas
ni sangre en las venas.
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