Agonizante silencio
repítese cada noche...
Mi yo contaminado
imagina, agriamente,
eternas traiciones...
Robásteme
cualquier vestigio de esperanza,
y en mi lucha por recuperarlo
me voy perdiendo.
Leve, fría y huidiza,
me voy,
marchita, sin fuerza.
Búsqueda superflua,
pues ése es mi sino,
a ella le pertenezco...
Soy el camino que muere,
en el horizonte de lo desconocido...
domingo, 30 de octubre de 2011
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